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La lucha contra el calentamiento global: hacia una nueva revolución industrial

Tomàs Molina y Ferran Tarradelles participaron en la mesa redonda organizada por Horitzó Europa y el Colegio de Ambientólogos de Cataluña, en la cual se analizaron las consecuencias del calentamiento global y la política energética de la Unión Europea con el fin de detener el cambio climático. Durante el debate, se analizaron las consecuencias del calentamiento global y se pusieron sobre la mesa las medidas que está impulsando la Comisión Europea con el fin de reducir el uso de energías que fomentan el calentamiento del planeta y sobre las consecuencias que estas medidas podían tener para la actual crisis económica.

Tomàs Molina, presidente de la Climate Broadcasters Network Europe, empezó por aclarar terminología, “hablar de cambio climático es una burrada porque el clima es cambiante por naturaleza … la expresión correcta es calentamiento global “, explicó. Una serie de informaciones sobre como se trabaja en esta materia a nivel científico garantizó la comprensión de los asistentes de la relevancia de este fenómeno y de la constancia probada de la incidencia de la acción humana desde 1950 (1ºC de calentamiento en Europa). También consiguió descifrar los informes técnicos y las previsiones a medio y a largo plazo que claramente piden acciones de todo tipo y a todos los niveles para la corrección de la tendencia desmesurada de calentamiento.

Ferran Tarradellas, portavoz de Energía de la Comisión Europa, aseguró que es imprescindible hacer un cambio en nuestro paradigma energético. Según Tarradellas la peor de las crisis económicas es el calentamiento global y considera que estamos inmersos en una nueva revolución industrial que exige nuevos combustibles y nuevas tecnologías. En apoyo a sus afirmaciones, una batería de datos muy ilustradores de la realidad, a modo de ejemplo la cita a Sir Nicholas Stern, asesor del gobierno del Reino Unido en cuestiones económicas del calentamiento global, que estudió el gasto de tomar medidas frente a no tomarlas ante este problema. El resultado, si se toman medidas para detener el fenómeno en +2ºC, el gasto sería del 1% del PIB global, si no se toman cuando llegue a +5º hará falta una inversión del 5% al 20% del PIB global.

Los dos estuvieron de acuerdo en que la aplicación de medidas correctoras puede suponer una oportunidad económica y de crecimiento. También, sin embargo, coincidieron en qué la prioridad energética del futuro es ahorrar energía. Ferran Tarradellas confirmó que la Comisión Europea pretende llegar a un ahorro del 20% del gasto energético europeo actual con las medidas que haga falta, cosa que supondría un importe de 100 mil millones de euros por año.

El debate se centró en las energías renovables que podrían dar más juego medioambiental y al mismo tiempo económico, con referencias a la polémica energía nuclear.

El acto fue presentado por Florence Jacquey, presidenta de Horitzó Europa, y Arnau Queralt, vicepresidente del Colegio de Ambientólogos, se celebró en el salón de actos del Colegio de Periodistas y contó con una cincuentena de asistentes cautivados por las amenas presentaciones de los dos ponentes.

Artículo publicado en el diario El Periódico, el 27 de mayo de 2009 (en catalán)