Emergencias internacionales: la respuesta civil e institucional de Europa ante las catástrofes

Después de más de 10 meses de la catástrofe de Haití, el país vuelve a ser noticia estos días por culpa del brote de cólera que está afectando a su población. El gran despliegue de ayuda internacional movilizado y el cuestionamiento de su capacidad de actuación pusieron en evidencia la respuesta de organismos internacionales ante este tipo de catástrofes. Es por este motivo que la Fundación Catalunya Europa ha decidido tratar este tema en una de sus sesiones del Ciclo Pensem Europa para conocer los mecanismos de actuación tanto a nivel europeo como a nivel local.

Los expertos para hablarnos del tema en cuestión fueron: Ferran Tarradellas, portavoz de ECHO, International Cooperation, Humanitarian Aid and Crisis Response de la Comisión Europea; Miquel Vidal, Jefe del Grupo de Emergencias Médicas de los Bomberos de la Generalitat; y Xavier Casanova, traumatólogo y cooperante en emergencias médicas en Haití. La tabla fue moderada por Albert Royo, miembro de Horitzó Europa quien nos introdujo en el tema con una serie de preguntas para que a lo largo de la sesión pudieran obtener respuesta.

En primer lugar, fue el turno de Ferran Tarradellas quien inicialmente nos planteó un escenario muy pesimista de las catástrofes con cifras y razones por las que se cree que estos fenómenos irán en aumento y de manera más severa. Pero precisamente por este motivo dio a entender que es imprescindible estar preparados para poder hacer frente y evitar al máximo los daños de estas catástrofes. Como ejemplo habló de la diferencia entre los terremotos de este 2010 sufridos en Haití y Chile, ya que este segundo fue de escala superior al de Haití y en cambio las consecuencias fueron mucho menos graves y a la vez hubo una rápida capacidad de recuperación. La diferencia entre los dos países es el nivel de prevención y recursos que tienen para hacer frente a este fenómeno. De todos modos, Tarradellas hizo mención del hándicap actual en el que se encuentran en tiempos de crisis y es que cuesta hacer entender que se destinen recursos «por si acaso» en esta época.

En cuanto a la respuesta de la UE ante catástrofes, como comentó el portavoz de ECHO, la UE sólo actúa cuando las capacidades nacionales son insuficientes para hacer frente o bien en casos en que la catástrofe afecte a escala supranacional. En el primer caso, los estados que no tienen recursos ante estas situaciones de emergencia, solicitan ayuda activando el Centro de Información y Coordinación (MIC) y estos son los encargados de hacer este llamamiento extensivo al resto de países miembros. Tarradellas habló de este sistema como óptimo en el sentido de compartir recursos y por tanto no duplicar gastos, pero también cree que se podría mejorar si se tuviera un listado completo de los recursos que tiene cada país para saber con qué cuenta la UE y qué falta y dónde solicitar la ayuda en caso de catástrofe.

Finalmente, habló de la ayuda a nivel internacional, en el que el Plan prevé donaciones económicas para que ong u otros organismos puedan actuar, así como también ayuda humanitaria y en especies. Comentó el hecho de que actualmente la UE tiene expertos humanitarios y de protección civil en diferentes regiones pero la idea es poder crear una sola sala de crisis centralizada para poder optimizar los recursos. El Plan prevé cubrir todo un ciclo y por tanto también se analiza una vez finalizada la ayuda el por qué de la catástrofe o como se hubiera podido evitar o disminuir los daños.

El segundo en hablar fue Miguel Vidal quien nos presentó el Plan de actuación tanto a nivel estatal con la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) organismo que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, como a nivel de Cataluña con el paralelismo de la ACCD (Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo), entidad que depende de la Presidencia de la Generalitat y que en este caso no puede actuar en misiones de catástrofes internacionales sin el permiso del gobierno central. Su charla se complementaba con su experiencia en las emergencias médicas dentro del cuerpo de bomberos de la Generalitat, a nivel de cooperantes en cuatro grandes catástrofes mundiales y su protocolo de actuación. También el hecho de que en ocasiones se crean equipos de trabajo mixtos con, por ejemplo, personal médico experto o equipo de perros de rescates.

Finalmente, la sesión se cerró con la exposición de una experiencia concreta, la de Xavier Casanova en Haití como traumatólogo que junto con otros médicos catalanes se marchó de manera independiente a Haití con la misión de realizar ayuda médica en los hospitales de allí. En su exposición quiso destacar 3 puntos claves: qué hicieron, que se encontraron y qué sacaron. En primer lugar, remarcó la inexperiencia del grupo en estas situaciones y el desconcierto de qué hacer. Mencionó el esfuerzo y trabajo previo a la marcha, para conseguir el máximo de material para llevarse, el éxito conseguido en este caso con más de dos toneladas de material. Asimismo los contactos con los hospitales haitianos para preparar su llegada. A pesar de este trabajo realizado, una vez llegaron al país, el colapso era tal, que la ayuda a pesar de estar allí, no llegaba a los necesitados, había falta de información, etc. Se hacía muy difícil obtener información y cooperar con el resto de cooperantes y entidades. Por lo tanto en un inicio tuvieron muchas dificultades para poner en marcha la misión que habían ido a hacer, se encontraron con varios contratiempos, así como también con una realidad cultural totalmente diferente de Cataluña pero que había que respetar plenamente y adaptarse .

Finalmente, hizo un análisis de la experiencia que han podido extraer: necesidad de mayor coordinación de todos los organismos cooperantes, una necesidad de centralizar la información y hacer un buen análisis del escenario donde se va. Por último, destacó dos de los valores imprescindibles en su misión: flexibilidad y adaptación. La sesión se terminó con turno de preguntas del público asistente en el Ateneu.