El Premio Nobel de la Paz para la UE: luces y sombras
Jordi Armadans, director de la Fundació per la Pau, protagonizó un interesante intercambio de opiniones sobre la idoneidad de otorgar el Premio Nobel de la Paz 2012 a la Unión Europea. En una cena debate celebrada en Barcelona el pasado 24 de octubre, el invitado declaró que la contribución del proceso de construcción europea a la paz en el continente es inapelable, pero puso en cuestión la oportunidad de otorgar el premio a la UE justo en ese momento, perdiendo una buena oportunidad para otorgarlo candidato que esté trabajando por la paz en otro punto del mundo y que necesite un reconocimiento como el que ofrece el Nobel de la Paz. «La capacidad de incidencia del Premio Nobel de la Paz, si se hubiera otorgado, por ejemplo, a un defensor de los derechos humanos en un país que sufre una dictadura, hubiera sido mucho mayor», concluyó Armadans.
A lo largo del debate que se inició, algunos de los presentes defendieron la oportunidad de otorgar el Nobel de la Paz a la UE este año para apoyar un proceso de integración política que pasa por unos momentos de grandes dudas, en un mensaje dirigido tanto a los ciudadanos europeos como a sus gobernantes y, sobre todo, a sus Estados. Otros, añadieron que la UE es un muy buen ejemplo de integración continental que puede servir de inspiración a otras regiones del mundo.
Por otra parte, Armadans explicó que el Premio Nobel de la Paz, creado en 1901 y que es entregado cada 10 de diciembre en Oslo, puede buscar tanto reconocer personas o entidades que han trabajado por la paz en el mundo en el año en curso, como personas o entidades que tienen grandes responsabilidades políticas y, pese a no haber destacado en la defensa de la paz, su elección buscaría condicionar su actuación futura. Sin embargo, el hecho de apostar en algunas ediciones por personas o entidades que no han tenido un papel relevante en la consecución de la paz ha generado algunas críticas, hasta el punto de que algunas entidades pacifistas lo consideran desprestigiado.