Por una política exterior sólida

En un mundo globalizado e interdependiente como el actual, es esencial que el Gobierno de Cataluña mantenga unas relaciones fluidas con otros gobiernos, organizaciones y entidades que se sitúan más allá de nuestras fronteras, ya que, si no, nos arriesgamos a perder un gran número de oportunidades como país. Hoy en día, los actores se interrelacionan a nivel internacional hasta superar jerarquías y difuminar los límites de la diplomacia gubernamental. El Gobierno de Cataluña tiene que estar presente en este escenario con el objetivo de defender los intereses del país allí donde estén en juego y participar en la gobernanza internacional con el fin de contribuir a construir una Europa unida y un mundo más justo, pacífico y sostenible.

Sobre la base del trabajo de los primeros gobiernos de la Generalitat recuperada, en los últimos años, el Gobierno ha ido asentando los cimientos de una política pública de acción exterior, ambiciosa, ordenada y coherente. Así, ha empezado a firmar acuerdos marco de colaboración con gobiernos y organizaciones internacionales y ha avanzado en la simplificación de la presencia física de la Generalitat en el exterior, racionalizando (y agrupando) las diversas redes de oficinas sectoriales (comerciales, culturales o turísticas) y al mismo tiempo creando una red de delegaciones políticas en los principales centros decisorios (en Bruselas, París, Berlín, Londres, Nueva York y Buenos Aires).

Además, con el fin de garantizar la continuidad de la política exterior más allá de los cambios de gobierno, también se ha aprobado un plan estratégico de acción exterior y se ha adelantado en la profesionalización de la acción exterior creando un perfil especializado en política europea e internacional dentro de la función pública catalana y desarrollando una base de datos única para gestionar el conjunto de proyectos, actividades y contactos internacionales de los departamentos del Gobierno.

Por otra parte, la consolidación de una política de cooperación al desarrollo homologable en Europa se ha convertido en un referente para muchos otros gobiernos subestatales. También es destacable el nacimiento de una política gubernamental de ayuda humanitaria y de emergencia, que permite coordinar la respuesta catalana ante graves crisis humanitarias, así como la creciente implicación catalana en misiones de observación electoral en territorios en conflicto o postconflicto.

Más allá de la necesaria consolidación de estas líneas de trabajo, todavía hay muchos retos a afrontar. Por un lado, necesitamos una auténtica estrategia de comunicación exterior, que nos permita explicarnos en el mundo directamente (en diversas lenguas y sin intermediarios que desconocen la realidad catalana). Hace falta invitar periodistas y líderes de opinión extranjeros a conocer el país, elaborar productos comunicativos destinados a las principales cancillerías y medios internacionales e implicar a los numerosos e influyentes catalanes y catalanófilos que hay por todo el mundo… Por otra parte, tenemos que seguir trabajando para consolidar la estructura administrativa de la política exterior: hay que reforzar la coordinación de la acción exterior de los departamentos del gobierno, con el fin de aprovechar sinergias y evitar duplicidades; hay que superar la actual división entre las relaciones con la Unión Europea y las relaciones exteriores del gobierno; y hay que seguir formando a los profesionales de la gestión pública catalana en relaciones internacionales (con estancias en organizaciones internacionales e intercambio de buenas prácticas con otras administraciones).

Con todo, y siguiendo el ejemplo de otros gobiernos subestatales, es el momento de dotar el Gobierno de un departamento de Política Europea, Exterior y de Cooperación, que garantice una política pública de acción exterior sólida con el objetivo último de aprovechar para nuestro país las oportunidades que ofrece el mundo y de presentar Cataluña como un actor internacional serio, responsable y comprometido.

Albert Royo i Mariné es vicepresidente de Horitzó Europa

Artículo publicado en el Avui, el 23 de agosto de 2010, en la página 6 (en catalán)