La vicepresidenta de la CE advierte que es el gobierno español quien decide si el catalán es o no lengua oficial

La vicepresidenta de la Comisión Europea, Margot Wallström, advierte que es el gobierno español quien decide si el catalán es o no lengua oficial de la Unión Europea. En una entrevista a la ACN, dos meses antes que empiece la presidencia española de turno, Wallström se queja de que ‘la CE no puede resolver sola’ el problema, sino que es el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero quien tiene que tomar la decisión y pedir tener otra lengua oficial’. La también comisaria de Relaciones Institucionales y Comunicación apuesta para ‘acercarse el máximo posible a los ciudadanos en la lengua que entienden y hablan’ y alaba el trabajo que está haciendo en este sentido la representación de la CE en Barcelona.

‘Intentamos ayudar y trabajamos para que la gente se pueda entender y comunicar, que es lo más importante, queremos ser los más prácticos y pragmáticos que podamos y traducimos documentos’, defensa Wallström. Sin embargo, el status del catalán, que es la octava lengua más hablada de la UE pero no está entre las 23 oficiales, ‘es un debate para el gobierno español y es importante resolverlo, de la forma más práctica y pragmática posible’, recuerda la comisaria sueca. ‘No es nada que la CE pueda resolver sola, aunque intentamos ayudar a través de nuestras oficinas y representaciones en los estados miembros’, asegura Wallström, en declaraciones a la ACN.

Si el gaélico, que tiene sólo 70.000 hablantes, es oficial y el catalán no, a pesar de tener diez millones, es porque el gobierno irlandés lo ha aprobado y el español no. Dublín lo pidió en junio del 2005, 32 años después de haberse adherido a la UE, pero el PP y el PSOE no lo han aprobado nunca. Cada vez que la UE se amplía, como podría pasar éste 2010 con Croacia, hay que reabrir el régimen lingüístico para meter la lengua del nuevo socio: en el 2007 se tuvo que hacer para añadir el búlgaro y el rumano, pero Madrid no ha aprovechado nunca ninguna de estas oportunidades. ‘Es el gobierno español quien tiene que tomar la decisión y presentar una moción para tener otra lengua oficial’, confirma a la vicepresidenta de la CE.

‘Acercarse a los ciudadanos en la lengua que entienden y hablan’

Wallström elogia el trabajo que está haciendo la delegación de la CE en Barcelona, que dirige Manel Camós, y apuesta para abrir más representaciones del ejecutivo comunitario en ciudades que no sean capitales de estado. ‘Es una cuestión presupuestaria que necesita el apoyo del Parlamento Europeo, pero queremos expandir la red y abrir nuevas delegaciones, estamos estudiando abrir una segunda a Polonia’, explica la comisaria. ‘Siento que si quieres comunicar tienes que acercarte el máximo posible a los ciudadanos y comprometerte a nivel local y regional en la lengua que entienden y hablan’, opina Wallström.

El 90% de los acuerdos que José Luis Rodríguez Zapatero firmó en Bruselas en el 2005 y en el 2006, y que tenían que permitir el uso del catalán, del vasco y del gallego, aunque no sean lenguas oficiales de la UE, no se están aplicando porque Madrid los incumple, denunció un informe del think tank Horitzó Europa. El gobierno español tenía que decidir quién haría las traducciones e informar a Bruselas, como también hacerse cargo del millón y medio euros anuales de gasto, pero Zapatero todavía no ha cumplido este ‘requisito indispensable’ y eso ‘sitúa el catalán en una posición de práctica inexistencia ante las instituciones de la UE’, alarma el estudio.

La comisaria sueca reivindica, también en declaraciones a la ACN, que en la cumbre de Naciones Unidas contra el cambio climático de este diciembre en Copenhague se llegue a un ‘acuerdo justo, claro y ambicioso que comprometa tanto los estados ricos como los países en desarrollo’. ‘Las consecuencias y la decepción de un desacuerdo serían enormes, sobre todo entre la gente joven, porque saben que serán los más afectados’ por el calentamiento global, alerta a Wallström. El cambio climático, recuerda, ‘no es nada teórico que pasará en un futuro, ya nos está afectando, en el África o en pequeños estados insulares lo están sufriendo en su propia piel, en su día a día’.