En el exterior se entiende el derecho a decidir, pero no la independencia

Roger Albinyana, que desde enero de 2013 es el nuevo secretario de Asuntos Exteriores y de la Unión Europea de la Generalitat de Cataluña, protagonizó una concurrida cena europea donde expuso las líneas maestras de la nueva política exterior de la Generalidad que gira torno a dos ejes: la internacionalización de la economía y la explicación al mundo del proceso soberanista.


En relación con el proceso soberanista que se ha abierto en Cataluña a raíz de la manifestación del pasado 11 de septiembre, Roger Albinyana explicó que detecta un interés creciente de los gobiernos extranjeros para conocer qué está pasando en Cataluña. Abinyana afirmó que tiene la sensación de que, en general, se entiende y se respeta que los catalanes quieran hacer un referéndum para decidir la continuidad de Cataluña como parte de España, pero en cambio detectan muchos más recelos ante una eventual independencia del país.

El secretario de Exteriores insistió en la necesidad de agotar todas las vías de diálogo con el Estado para acordar la celebración de un referéndum. En este sentido, el secretario señaló que la declaración unilateral de independencia debería contemplarse como último recurso después de la negativa reiterada del estado a cualquier acuerdo para hacer posible el referéndum.

En todo caso, Albinyana afirmó que Cataluña no podía esperar ningún apoyo explícito de ningún gobierno extranjero antes de que el pueblo catalán se haya pronunciado mayoritariamente a favor de un estado propio a través de una consulta reconocida por todas las partes.

Sobre la continuidad de Cataluña como miembro de la Unión Europea en caso de independizarse de España, Albinyana afirmó que si el proceso era fruto de un acuerdo con España, ningún Estado miembro de la UE pondría ninguna dificultad en esta continuidad. En cambio, si el proceso se produce fruto de una secesión unilateral, la continuidad de Cataluña en la UE no está garantizada. De todos modos, el secretario quiso minimizar algunas de las consecuencias de una posible exclusión temporal de Cataluña de la UE ya que de eso no depende ni la continuidad del euro como moneda, ni el comercio libre con la UE.

Por todo ello, avanzó que las prioridades del presidente en el ámbito de la política exterior se concentrarán en atraer inversiones y promover la internacionalización de las empresas catalanas. En este sentido, todos los viajes del presidente tendrán una marcada agenda económica.